Lo hablo por todos y todas, con su voz y la mía.
De mi trabajo solo puedo comentar orgullo de hacer lo que me gusta y actuar en pueblos pequeños, de esos que llaman la España Vaciada, con muchas casas vacías, trabajadores del campo, agricultores... Niños, niñas. Ancianos, ancianas. Mujeres embarazadas Guau y Ayuntamientos con alcaldes y alcaldesas responsables, que trabajan por el bien común.
Gracias a la labor de Diputación y Mancomunidad, con dinero público, mantiene la ilusión y el crecimiento social y económico. Gracias a esas subvenciones, artistas como yo, tienen el placer de enseñar su creación.
Un placer y un orgullo.